Botrix K1
Botrytis. La forma como actúa se debe a sus efectos antimicóticos y, en parte, a su actividad anti fúngica y antibacteriana.
Produce una inhibición frente a un amplio espectro de bacterias Gram+ y Gram - e inhibe también el crecimiento de hongos y levaduras.
Para el control de botritis.
CATEGORÍA:
Fungicidas.
PRESENTACIONES:
1 Litro
Composición:
Piritionato de Zinc
Modo de acción:
Tiene efectos antimicóticos y actividad anti fúngica y antibacteriana. Produce una inhibición frente a un amplio espectro de bacterias Gram+ y Gram - e inhibe también el crecimiento de hongos y levaduras.
Dosis:
0,5 - 0,7 cc/Lt.
Importancia de sus componentes:
El Piritionato de Zinc es un compuesto químico que desempeña un papel significativo en la agricultura debido a sus propiedades fungicidas y bactericidas. Su importancia radica en varias áreas clave:
Control de enfermedades: El Piritionato de Zinc se utiliza ampliamente como un fungicida y bactericida eficaz en la protección de cultivos. Combate patógenos que pueden dañar las plantas y reducir la calidad y el rendimiento de los cultivos. Esto contribuye a la producción de alimentos más saludables y a la reducción de pérdidas en la agricultura.
Prevención de enfermedades foliares: Se aplica en forma de pulverización para proteger las hojas de las plantas contra enfermedades foliares como el mildiú polvoriento y otras infecciones que pueden debilitar las plantas.
Mejora de la calidad de la cosecha: Al prevenir y controlar las enfermedades, el Piritionato de Zinc ayuda a mantener la calidad de las cosechas, lo que es crucial tanto para la satisfacción del consumidor como para la rentabilidad del agricultor.
Reducción del uso de pesticidas químicos: El uso de Piritionato de Zinc puede reducir la dependencia de pesticidas químicos más agresivos y menos amigables con el medio ambiente. Esto contribuye a prácticas agrícolas más sostenibles y a la preservación de la salud del suelo y el ecosistema.
En resumen, el Piritionato de Zinc desempeña un papel esencial en la agricultura al proteger las plantas de enfermedades y mejorar la calidad de las cosechas. Su capacidad para combatir patógenos y reducir la necesidad de pesticidas más dañinos lo convierte en un componente valioso en la gestión de plagas y enfermedades en la agricultura moderna.